5 leyes del oro de El Hombre más Rico de Babilonia
George S. Clason presenta en su libro El Hombre más Rico de Babilonia los
principios básicos para triunfar en el ámbito financiero. Entre ellos, presenta
unas leyes del oro que resumen las ideas básicas detrás del cuidado del dinero.
La
primera ley del oro: El oro acude fácilmente, en cantidades más importantes, al hombre que
reserva no menos de una décima parte de sus ganancias para crear un bien en
previsión de su futuro y el de su familia.
Esta ley te invita a ahorrar parte de tu
sueldo. Lo que no significa ahorrar cuando se pueda y lo que se pueda. Para que
“el oro acuda fácilmente” es necesario formar el hábito de ahorrar un mínimo de
dinero cada mes, ¡y sin excepción!
Si un mes en particular necesitas más
dinero para un viaje o para comprar un teléfono móvil nuevo, acude a tus
ahorros previos, pero no dejes de ahorrar el porcentaje de tu sueldo que has
establecido. La idea es formarse el hábito, y no dejar de hacerlo bajo ninguna
circunstancia.
La
segunda ley del oro: El oro trabaja con diligencia y de forma rentable para el poseedor
sabio que le encuentra un uso provechoso, multiplicándose incluso como los
rebaños en los campos
La idea de esta ley es que los ahorros
generados se deben invertir. Una vez que hayas juntado un par de meses de
ahorro, o cuando alcances una cifra lo suficientemente alta, es muy
recomendable que busques algún tipo de inversión para ese dinero.
Lo ideal es comenzar con activos de poco
riesgo, como pueden ser bonos o títulos de gobiernos (el americano es el más
seguro), u obligaciones de empresas que consideres seguras y estables.
Cuando tu capital sea más abultado aún
(si ahorras con disciplina lo alcanzarás), también podrás evaluar inversiones
en bienes raíces. Aquí aparecen oportunidades muy rentables, ya que hay menos
“competencia”, y se trata de una inversión muy segura.
La
tercera ley del oro: El oro permanece bajo la protección del poseedor prudente que lo
invierte según los consejos de hombres sabios.
Pero para invertir tu dinero es muy
recomendable acudir a la ayuda de un profesional. Quizás en tu banco o en un
amigo puedas encontrar a la persona que entienda sobre inversiones y manejo de
capitales, de modo que te ayude a tomar decisiones más sabias.
Lo primero que va a hacer este
profesional, es intentar identificar el perfil de inversor que tienes, de modo
de poder armar una cartera de inversiones adecuada para tu tolerancia al riesgo
y tu horizonte temporal (no es lo mismo invertir a los 25 que a los 70 años).
También se encargará de crear una cartera diversificada, de modo de disminuir
el riesgo total de tus inversiones.
La
cuarta ley del oro: El oro escapa al hombre que invierte sin fin alguno en empresas que no
le son familiares o que no son aprobadas por aquellos que conocen la forma de
utilizar el oro
Pero no alcanza con tener el dinero para
invertir, y con la ayuda de un profesional. No hay mejor control para tus
inversiones que el que tú mismo puedes hacer. Procura siempre entrar en activos
que conozcas o con los que por lo menos estés familiarizado.
La razón detrás de esto es que las
personas que nos apoyan, y los activos que poseemos, cambian con el tiempo, y
es importante que tú mismo entiendas en dónde está tu dinero, y que tengas
control efectivo sobre él.
La
quinta ley del oro: El oro huyó del hombre que lo fuerza en ganancias imposibles, que sigue
el seductor consejo de defraudadores y estafadores o que se fía de su propia
inexperiencia y de sus románticas intenciones de inversión.
Finalmente, la última ley avisa del
peligro que existe de caer en manos de defraudadores y estafadores, quienes
prometen rentabilidades y recompensas gigantescas para tentarnos.
Grábatelo hoy y no te olvides más: ¡No
existen formas mágicas y sencillas de hacer dinero! Para ganarlo, siempre va a
ser necesario o invertir mucho dinero, o hacer un gran esfuerzo. Cuando algo se
ve muy sencillo o demasiado bueno, desconfía.