Probablemente te hayas cruzado con muchos obstáculos y momentos
negativos durante tu carrera. La clave del éxito está en la forma de
enfrentar y de ver dichos obstáculos. Muchos emprendedores y personas de
negocios han llegado a una conclusión en relación a fallar: cuanto más
fallemos, más cerca del éxito estaremos.
Fallar no significa el final
La
concepción de que fallar es un fracaso es absolutamente equivocada. Fallar es
simplemente algo pasajero, y una etapa con fecha de caducidad. Si comienzas un
emprendimiento, inicias un nuevo trabajo, o te aventuras en un nuevo proyecto,
debes recordar que fallar es una opción. Le puede ocurrir a cualquiera (le ha
pasado a todos los hombres más exitosos de la historia), y es parte de las
reglas de juego.
Si
ante un proyecto no consideras la posibilidad de fallar, en primer lugar, no
estás aprovechando al máximo tu creatividad, ya que esto implica un riesgo de
fallar. En segundo lugar, en caso de que llegue el tan temido fracaso, no
estarás mentalmente preparado para soportarlo, y te resultará mucho más difícil
volver a ganar motivación y auto-confianza para aventurarte en otro nuevo
proyecto.
Cada
vez que alguien invirtió tiempo en un proyecto, negocio, trabajo, o lo que sea,
y se da por vencido, o acepta que implemente no ha funcionado, lo primero que
hace es lamentar el tiempo o dinero perdido. Sin embargo, rara vez se ven
personas que agradezcan por haber vivido la experiencia, y hacer mención a lo
positivo que significa el aprendizaje logrado en la experiencia.
Recuerda
que cada fracaso trae consigo nuevos aprendizajes y oportunidades. Está en ti
si quieres o no aprovecharlos o si prefieres dedicar tiempo a lamentarte y buscar
compasión de los demás.
¿Lo
que aprendiste en dicho proyecto es una habilidad que ha quedado obsoleta? El
proceso de haber adquirido esa nueva habilidad, ya te posicionó en una mejor
forma para aprender nuevas habilidades a partir de ahora. ¿Obtuviste nuevos
contactos en dicho proyecto, pero todos se han jubilado? No importa, has
mejorado tu habilidad para desarrollar vínculos y así mejorar tu red de
contactos.
Inversión en usted mismo
Bien
sabemos que las personas tendemos a ver la vida en el corto plazo más que en el
largo. Y cuando hablamos del fracaso, no es la excepción. Luego de fallar,
solemos centrarnos en la inversión en dinero y tiempo, pero rara vez las
personas consideran la inversión en sí mismos.
Los
emprendedores exitosos han tenido que comenzar de nuevo muchas veces. ¿De dónde
sacan tantas fuerzas para hacerlo? La respuesta está en que ellos pueden
reconocer la importancia de invertir en sí mismo. Cada vez que fallaron, sabían
que por lo menos habían logrado invertir mucho en su propio desarrollo como
emprendedor y como persona.
Es
tentador buscar los caminos más seguros de transitar a lo largo de nuestra
carrera. Pero debes saber que si así lo haces, no estarás desarrollando tu
máximo potencial. Es un mensaje duro de digerir, pero la única forma de
alcanzar tu máximo potencial, es exigiéndote al máximo y fallando. En
determinado momento, habrás aprendido tanto y acumulado tanta experiencia, que
alcanzarás el éxito.
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